Seamos serios. Para cambiar el mundo no hace falta donar un millón de euros a una ONG. Tampoco pasarte un año haciendo un voluntariado en África. No.

Hay muchas cosas que puedes hacer sin mucho esfuerzo y sin gastarte un céntimo que contribuyen a mejorar la vida de los demás. #HazQueFluya anda, que no es tan difícil. Te vamos a ayudar con tres ideas para que reflexiones.

1. Ayuda a alguien si lo necesita. Así de fácil. Si ves que alguien necesita ayuda, no mires a otro lado. Son situaciones tan sencillas y que vemos a diario, como esa señora que tiene problemas para bajar el cochecito de bebé o ese señor con las bolsas de la compra. También cuando vemos a un guiri desorientado en la Plaza Candelaria. Este consejo también vale cuando ves una emergencia de cualquier tipo (accidente, situación de maltrato…). No delegues la responsabilidad, si todos lo hacemos, el mundo se va al carajo.

2. ¡Se buscan voluntarios! Como te comentamos más arriba, no hace falta estar un año colaborando en un país del tercer mundo. Hay muchas causas y personas que necesitan ayuda en nuestro entorno más cercano. Lo mejor: puedes ayudar a quien tú quieras dedicando el tiempo que tú quieras. Echa un vistazo a la web Tenerife Solidario y busca la causa que más te gustaría apoyar. En España nos pasamos 18 horas a la semana mirando al móvil. ¿Sabes a cuántas personas podrías hacer feliz si dedicas una horita a la semana ayudando a los demás.

3.Mira por el futuro y también por el presente. Hay pequeños gestos en relación con el medio ambiente que pueden generar grandes cambios en el mundo: utiliza el coche solamente si es necesario (o compártelo cuando vayas al curro o clase), compra bombillas de bajo consumo, controla el agua que consumes y dúchate rapidito, cierra el grifo mientras te enjabonas, separa la basura en la medida de lo posible, no dejes el portátil ni otros aparatos enchufados todo el día, no pongas la secadora si puedes tender la ropa, cierra el grifo cuando te cepilles los dientes, utiliza bolsas reutilizables cuando vayas al super, imprime lo menos posible y a doble cara, apaga las luces cuando salgas de la habitación… Estos consejos, no solamente son gratuitos, ¡te ayudan a ahorrar pasta!